José Benito Ruiz
COMENTARIO
Los hides en la Alamedilla, de la Fundación Hombre y Naturaleza fueron mi destino preferido en una etapa de varios años en la que tuve una escuela de fotografía en las Hurdes, muy próxima a la reserva.
Los hides para necrófagas fueron un descubrimiento y pude fotografiar en diversas épocas del año. A causa de la repetición de sesiones pude probar algunas técnicas y estéticas más arriesgadas. La fotografía que nos ocupa hoy es “La llegada del ángel”.
LA TÉCNICA
Al haber invitados en Campanarios de Azaba presté mi 400 mm f/2,8 y decidí observar las escenas asumiendo que sería un día de no hacer fotos. Afortunadamente uno de los fotógrafos me dijo que no utilizaría su 300 mm f/2,8 así que rápidamente instalé mi trípode con rótula hidrostática de balancín y añadí al 300 mm un teleconvertidor de focal 1,4x con lo que volvía disponer de una focal ,muy similar a la mía, un 420 mm con una luminosidad de f/4.
Decidí apostar a esta rama como en otra foto similar de un milano aterrizando. Así que se preenfoca la rama y, dado que no hay un fondo que desenfocar, se opta por un ajuste de f/ medio, según la luz disponible y el riesgo de que la profundidad de campo no cubra a todo el sujeto o incluso quede desenfocado. Como el día era bastante oscuro y el cristal espía quitaba bastante luz, tuve que arriesgar con los parámetros al límite, tanto en velocidad como en diafragma. Suelo colocar el cable disparador para poder estar más atento al entorno y ajusto la captura en ráfaga de 10 fotos por segundo para luego elegir la mejor posición de las alas del ave.
El resto es atención y ante la duda, se activa la cámara y se acciona el disparador. Mediante la función de visión directa (live view) enfoco el tronco mediante la lupa y se deja preenfocado en espera de que el ave ocupe la parte superior del encuadre.
Valor de exposición: Ajuste manual de la exposición ISO 2.000 – f/4,5 – 1/1.600 seg.
Temperatura de color: Ajuste manual a 3.800 kelvin, un balance frío al haber creado la niebla y querer resaltar la atmósfera de misterio.
Equipo: Cámara Canon Eos 1 Dx. 300 mm f/2,8 + TC 1,4x EXII. Trípode Manfrotto 055C con cabezal Gymbal Wimberley hidrostático.
LA COMPOSICIÓN
La imagen se basa en el concepto de “momento”, tanto atmosférico como por la pose del ave con las alas abiertas hacia atrás. La cámara se deja ya preparada, con el posadero enfocado y el espacio reservado para que el ave lo ocupe. Crear la niebla a medida mediante el empañamiento del elemento trasero de la lente es un gran riesgo, que decidí asumir en busca de una imagen especial.
Periódicamente fui empeñando la lente en una tediosa espera de que un ave aterrizara. ¿Sería un pequeño cuervo, un milano o un ave de talla grande como el buitre leonado? Afortunadamente el día era bastante frío y el empañamiento permanecía durante al menos medio minuto, tras lo que había que desenganchar rápidamente la cámara, empañar con aliento la trasera del objetico y volver a montar la cámara lo más rápidamente posible.
Finalmente un buitre decidió aterrizar y lo vi llegar, así que la ráfaga de fotos permitió obtener la imagen que estaba buscando. La postura del ave fue determinante en la elección de la imagen de la serie.
Que paciencia José, es increible la pasión que tienes y los resultados obtenidos. Creo y lo verifico que estar en un hide 5 o 10 horas es pesado, pero al final puedes tener suerte y conseguir imágenes con un gran impacto.