Paulo Olivier Hanshing
COMENTARIO
Suelo dedicar un tiempo a localizar vía Google Earth algunos sectores en altura que, me parece, que podrían ser miradores naturales de mi región con vistas atractivas. Dentro de esa búsqueda, detecté una zona cercana al pueblo de Andacollo que parecía reunir con las condiciones adecuadas para esperar un amanecer o atardecer.
Lo más interesante es que permitía llegar en vehículo, por caminos mineros cuyo estado del camino estaba regular pero, transitable con ciertos cuidados. Esto permitía trasladar el equipo sin necesidad de un desgaste físico demasiado elevado.
En esta segunda visita al sitio fue interesante lo que ocurría hacia la cordillera de Río Hurtado, con las últimas luces del sol iluminando las montañas semi nevadas, pero finalmente la imagen que más me gustó de la jornada fue conseguida a mis espaldas, a contraluz y mirando hacia Andacollo.
LA TÉCNICA
Inmediatamente llamaron mi atención la cantidad de planos sucesivos que se podían observar mirando hacia la costa. Las cadenas de montañas se iban degradando en diferentes gamas de colores cálidos. Usando el sigma 150-600 la búsqueda consistió en aislar la zona cuya composición resultara más atractiva y limpia.
Si bien las primeras tomas fueron respetando la calidez de la escena de atardecer a contraluz, en el mismo terreno se probó hacer otra variante virando hacia los azules.
El sol ya no estaba en una posición tan alta por lo que la intensidad de la luz iba disminuyendo. Para resguardar la profundidad de campo y tener todos los planos a foco, se optó por un diafragma intermedio. Al trabajar con trípode y cable disparador, se pudo bajar la velocidad a 1/200 para conservar el ISO en valores bajos sin miedo a que la fotografía saliera trepidada.
Valor de exposición: Ajuste manual de la exposición. 1/200 segundo – f/11 – ISO 100. WB Manual a 2800 K. Imagen tomada en ajuste de 420 mm.
Equipo: Cámara Nikon D810. Sigma 150-600, f/5,6-6,3, trípode y cable disparador.
LA COMPOSICIÓN
La presencia de la bruma ayuda a que se separen los planos y la intensidad de luz lateral, en caída desde el primer plano hasta el fondo, permitió tener una gradación muy amplia de variedad de azules.
Elementos de la sintaxis visual como la forma y el tono son los que predominan en la escena. Este último, ayudado por la perspectiva atmosférica, añaden la sensación de dimensión (tridimensionalidad) que no siempre es fácil de conseguir.
La decisión de enfriar la toma a través del balance de blancos obedece a sumarle un grado de misterio y subjetividad a un paisaje que en esas horas se vuelve mágico mientras que en horas centrales del día resulta muy común y pasa desapercibido.